El trabajo constituye una parte esencial de la educación infantil y un medio para la transmisión de destrezas de padres a hijos. Vea usted en el comercio, en los diferentes oficios…y que decir en la agricultura; desde luego en nuestro país está PROHIBIDO…, dejando a los adolescentes que se les cumpla con el sueño americano… En algunos países, los menores trabajan en talleres y prestan pequeños servicios, hasta llegan a convertirse gradualmente en trabajadores hechos y de derechos. En algunos países trabajan los adolescentes unas cuantas horas a la semana a fin de ganar algún dinero para sus gastos. El fondo de las naciones Unidas para la infancia sostiene que este trabajo “es beneficioso y promueve o estimula el desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social del niño sin interferir en su actividad escolar recreativa o de descanso”. Entonces a que se refiere aquella expresión nada agradable: “Trabajo infantil” son aquellas situaciones de los menores que trabajan largas jornadas por un salario bajo, con frecuencia en condiciones dañinas para la salud. Este tipo de trabajo es nocivo o abusivo, donde los niños forman parte de un proceso de producción, y son tratados como bienes económicos; es diferente de aquellos niños que desarrollan trabajos sobre todo en actividades estacionales como la agricultura y en pequeños talleres. Nadie sostendría públicamente la explotación de los niños en condiciones de servidumbre; termino que se utiliza para describir la esclavitud practica de los niños para pagar deudas que han contraído sus padres. El trabajo infantil existe en el mundo industrializado según la OIT. La fuerza más poderosa que conduce a los niños al trabajo peligroso y agotador es la explotación de la pobreza. ¡VERDAD! (O)